Película dirigida y protagonizada por Orson Welles, que fue estrenada en 1947 y narra la historia de un hombre, que huido a Estados Unidos tras la derrota alemana en la II Guerra Mundial, ha logrado borrar su pasado y rehacer su vida en una pequeña ciudad de Connecticut. Provisto de una nueva identidad -Charles Rankin- lleva una respetable vida como Profesor de Instituto y está prometido con la hija de un juez de la Corte Suprema de Estados Unidos (Loretta Young, la reina de la comedia, hace un magnífico papel dramático). Pero la fortuna no puede durar siempre, y su apacible existencia se trastoca cuando es encontrado por un antiguo camarada. Rankin decide asesinarlo para no descubrir su verdadera identidad y enterrarlo en el bosque.
La situación se complica cuando entra en acción un investigador de crimenes de guerra (interpretado magistralmente por Edward G. Robinson), que seguía al asesinado como medio de atrapar al criminal nazi Franz Kindlerd. Entre lo poco que conoce el cazanazis sobre su perseguido, está su afición por los relojes; dato que hace recaer sus sospechas sobre Charles Rankin, quien tiene como pasatiempo arreglar la compleja maquinaria del reloj del campanario de la iglesia local.
También conocida en España como El extranjero, está considerada una obra menor del director (según los críticos no está a la altura de Ciudadano Kane y Sed de mal), pese a ello fue nominada al Oscar como Mejor Guión. Dicen que Welles estaba poco implicado con el proyecto (su contrato con la RKO le obligaba), aunque yo la considero una auténtica obra maestra por la cadencia lenta pero sin pausa -como el mecanismo del reloj- de la narración y la genial construcción de un ambiente que va volviéndose más tenso, y en el que mascamos la creciente angustia que vive el protagonista. El manejo soberbio de la cámara (picados, contrapicados...) y una fotografía llena de sombras y claroscuros -típica del film noir- ayudan a crear esta atmósfera intrigante e insostenible. Ideal para un fin de semana de lluvia, viento y frío como el que nos espera.